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La gestión del conocimiento, valor diferencial (I)

La gestión del conocimiento, valor diferencial (I)

Las organizaciones capaces de aprender de sus aciertos y errores y con capacidad de incorporar conocimiento de forma constante serán organizaciones con miembros que comprenden mejor el entorno; organizaciones con profesionales capaces de enfocar el trabajo del día a día siendo más autónomos y eficientes; en definitiva, organizaciones compuestas con profesionales defensores de la importancia de aprender.

Nuestro actual sistema productivo, la tendencia a la calidad total, el trabajo en equipo y las estructuras funcionales hacen que la gestión del conocimiento sea fundamental para el crecimiento, desarrollo y avance. Una mala gestión del conocimiento puede dar lugar a la ineficiencia del trabajo en equipo, falta de rentabilidad en los procesos de producción, insatisfacción de nuestros clientes, y un largo etcétera que irá en detrimento de la empresa.

Aunque necesaria, la gestión del conocimiento es una herramienta y estrategia importante y compleja. Para entender bien los procesos, estrategias y dinámica general que ha de seguir una organización para obtener el valor diferencial de la “gestión del conocimiento“, debemos de definir bien qué es conocimiento y qué no es conocimiento; así como otros aspectos esenciales para poner en práctica este proyecto.

¿Qué es conocimiento?

No son datos, puesto que los datos son la fuente primaria que requiere interpretación.

No es información, ya que esta supone relacionar datos para elaborar hipótesis o extraer conclusiones.

Sí son conclusiones que se sacan tras valorar la información contrastada, observación y experimentación.

“El conocimiento es la información en acción, es todo o que los trabajadores de una organización saben sobre sus clientes, productos, procesos, errores y aciertos, tanto si se trata de conocimientos tácitos como explícitos” (Carla o´Dell).

“El conocimiento es el compendio de experiencias, información, valores e intuiciones que, dentro de un contexto concreto, ofrecen un marco para evaluar e incorporar nuevas experiencias e información. Se origina y aplica en las mentes de las personas, y en la organizaciones se incorpora en documentos, bases de datos, procesos prácticas y normas” (Davenport y Prusak).

Cada empresa, un concepto de conocimiento, las tres preguntas clave

Es fundamental definir bien un concepto de conocimiento para nuestra organización puesto que es lo que nos va a ayudar a definir las necesidades, prioridades y estrategias que deberemos poner en marcha en nuestra organización.

La siguientes cuestiones nos ayudarán en el proceso de definición y concreción de nuestras necesidades:

  1. ¿Para qué queremos el conocimiento y qué uso vamos a hacer de él? Para mejorar la productividad, para mejorar flujos de trabajo, para mejorar el servicio, para mejorar el trato al cliente, para mejorar la comunicación interdepartamental, para mejorar las ventas, para anticiparnos a las necesidades de nuestros clientes, etc.
  1. ¿Qué valor va a aportar el conocimiento a la organización? Rentabilidad en nuestros proyectos, satisfacción de nuestros clientes, relaciones cliente-proveedor, agilizar procesos, incrementar ingresos, mejorar ventas internas, etc.
  1. ¿Cómo vamos a medir el conocimiento producido? Rentabilidad por proyecto, encuestas de satisfacción, ingresos-gastos, cuenta de resultados, etc.

Y… ¿en qué consiste gestionar el conocimiento?

Hay que definir y elaborar procesos de comunicación que favorezcan la difusión y asimilación del conocimiento que ya existe, del que se produce constantemente durante el desarrollo de la actividad de la empresa y tener en cuenta el conocimiento que se puede y se va a producir:

  • Hay que extraer el conocimiento que ya existe, depurarlo, clasificarlo y difundirlo.
  • Se debe de valorar, compartir y recompensar la producción de nuevo conocimiento.
  • Hay que estimular la producción de conocimiento que suponga mejoras en beneficio de todos.

Pero es muy importante tener claro que, antes de enfrentarnos a un proyecto de estas características y amplitud, cualquier proyecto de gestión del conocimiento debe estar vinculado a la estrategia corporativa por que si no es así fracasará.

Entonces… ¿cómo podremos incorporar los procesos de gestión del conocimiento a la estrategia corporativa?

  1. Midiendo el capital intelectual de la compañía: capital humano, innovación, procesos y clientes.
  2. Definiendo un plan de generación de capital intelectual que ayude a conseguir ls objetivos estratégicos.
  3. Creando estructuras y funciones que impulsen el proyecto de gestión del conocimiento.
  4. Adecuando herramientas y sistemas para la generación del conocimiento.

De este modo, vemos que un proyecto global de gestión del conocimiento afectará a las personas, a la cultura organizativa, a los procesos internos y a la tecnología empleada que facilite los procesos de captación, ordenación y distribución del conocimiento.

Las herramientas y recursos para la puesta en marcha de este tipo de proyectos, en mi próximo artículo 🙂

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2 Comentarios en “La gestión del conocimiento, valor diferencial (I)”
José valverde says:

Me ha encantado el artículo, explica muy suscinta, algo tan complejo y q tanta falta hace a nuestras empresas, porque gran parte de la clave del éxito de la empresa, depende de eso, de LA GESTION DEL CONOCIMIENTO, y del producto resultante, desvíos, aciertos…conclusiones..etc ENHORABUENA!

Manuel Sáiz-Pardo says:

Excelente síntesis del concepto de gestión del conocimiento.

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